Quién no ha entrado en una carpa para visitar una feria local, celebrar un evento o ver una exposición temporal y ha tenido la sensación de caminar sobre un suelo de goma. Pues bien, eso suele ocurrir cuando se utiliza madera de aglomerado o DM rastrelada sobre listones de madera mejor o peor calzados. Esta solución resulta económica pero poco fiable. Puede darse el caso que la humedad producida por la lluvía curve la madera y quede desnivelada con el consecuente peligro de accidentes al pisarla.

Mi consejo es preguntar a la empresa de la carpa si dispone de un suelo cuyo sistema sea  modular y cassette de planchas de tarima desmontable y ensamblables entre si para conseguir así la máxima estabilidad. Estas planchas deben encajarse sobre una retícula de acero galvanizado a modo de rastreles para obtener una superficie compacta y flotante. Exige que sea de alta resistencia soportando un peso de unos 400 kg/m2.